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METALMECÁNICA Alargue la vida útil de sus herramientas
Alargue la vida útil de sus herramientas

Seguir estos sencillos pasos permiten que un operador mantenga el desempeño de una herramienta de corte por un tiempo mayor y mejore la rentabilidad del maquinado.

Llevar a un máximo de desempeño las herramientas de corte utilizadas en procesos de maquinado y mantener su velocidad de corte es, sin duda, todo un reto. Para lograrlo, como primer paso es fundamental ubicar los diferentes procesos de restauración que existen y entender sus diferencias, pues solo así se optará por el más adecuado.

Uno de los más utilizados es el de reacondicionamiento, que consiste en un proceso de restauración de todos los elementos de la herramienta.

Por otro lado, existen procedimientos en los que se analizan y sustituyen solo las partes defectuosas de la herramienta a través de diversas técnicas por separado como las de re afilado, rectificado o retipping.

Otras aristas por considerar, cuando se piensa en alargar la vida útil de las herramientas de corte, es su material y el tipo de maquinado para el que se utiliza, pues en algunos casos estas razones hacen que no sean aptas para algunos procesos de este tipo.

Por ejemplo, las herramientas sólidas, como las brocas de carburo sólido son herramientas que comúnmente se utilizan para procesos de reacondicionado, pues su material y geometrías las hacen aptas para ciclos de rectificado.

Asimismo, los proveedores de herramientas de corte que cuentan con servicios de rectificado suelen también incluir el proceso de recubrimiento de la herramienta para otorgarles lubricidad y alargar aún más su vida útil, logrando así un tratamiento de amplio espectro.

Por otro lado, las herramientas de metales más duros soldados en las puntas, como los de PCD (policristalino de diamante), son comúnmente utilizadas para procesos de retipping, en los que se desuelda el material de la punta de la herramienta y se vuelve a soldar.

Con respecto al tipo de maquinado, es importante considerar dos factores: si son herramientas utilizadas para procesos de fabricación de alto volumen, por un lado; y si son herramientas usadas para maquinar la misma pieza o no, por el otro.

Por ejemplo, los responsables del área de mantenimiento del sector automotriz suelen apoyarse sobre todo en procesos de reacondicionado de herramientas, ya que las herramientas de carburo (ampliamente utilizadas para fabricar componentes en esta industria) suelen ser costosas, por lo que alargar su vida útil es una necesidad.

“Los costos de reacondicionado oscilan entre el 20% y el 30 % del costo total de la herramienta, entonces puedes hacer proyectos de ahorro bastante interesantes de herramientas high runner en el sector automotriz, en el que muchas veces usas la misma broca o herramienta para fabricar millones de piezas”, advierte Luis Charles, solid round tools specialist de Sandvik Coromant México.

El experto en herramientas sólidas de la firma sueca con presencia en México explica también que, por otro lado, dentro de la industria aeroespacial resulta más complejo el someter las herramientas a procesos de reacondicionado e incluso de reafilado o retipping, ya que las piezas de este sector son más complejas y los procesos están mucho más controlados.

“En la industria aeroespacial y en la manufactura de partes complejas no te van a dejar usar herramientas reafiladas que no sabes si quedaron bien o no; pero en automotriz, en ciertas piezas, no se meten tanto con ese tipo de detalle”, resume Charles.

SERVICIOS INTEGRALES
Una vez identificado el proceso de reacondicionamiento u optimización más adecuado, el segundo paso es comparar los servicios ofrecidos por los diversos proveedores de este servicio.

Por ejemplo, para la firma Sandvik Coromant, el proceso de reacondicionamiento de herramientas gastadas debe incluir la reproducción de la geometría y el recubrimiento de la herramienta original.

Actualmente, Sandvik maneja tres tipos de herramientas: las versátiles, dirigidas para mecanizar varios tipos de materiales, como pueden ser acero, acero inoxidable y aluminio. Luego las optimizadas, que van dirigidas a un solo material, con las cuales la velocidad de corte aumenta y su vida útil se prolonga; y las hechas a la medida, para procesos específicos pedidos por el cliente. “Para todas estas tenemos la opción de reacondicionado”, advierte Charles.

La firma sueca tiene tiempos de entrega de dos a tres semanas y garantizan el 90% de la vida de una herramienta nueva, aunque la mayoría de las veces funciona igual, como afirma su ejecutivo.

“El reacondicionamiento se hace en la misma planta, con la misma geometría de la herramienta y el mismo recubrimiento, entonces las condiciones hacen que la herramienta prácticamente sea nueva otra vez”.

Otra aproximación para la mejora del proceso de reacondicionamiento es la propuesta por el fabricante Oerlikon Balzer. Para el proveedor de recubrimientos PVD y otros tratamientos superficiales, un buen proceso de este tipo deber estar acompañado de un servicio integral para productos como brocas de paso, machuelos, rimas y fresas. En otras palabras, la empresa de origen suizo con instalaciones en Querétaro propone un sistema que va desde la recolección y recepción de herramientas, hasta el reafilado, recubrimiento, empaque y envío, todo, con un solo proveedor.

En este caso, el reacondicionamiento propuesto por Oerlikon Balzer es adecuado, de acuerdo con el proveedor, para herramientas como brocas y brocas de paso, machuelos, rimas y fresas. Asimismo, prometen un ahorro en costos de hasta 50%, con el 100% de rendimiento.

Por su parte, el proveedor de herramientas de corte de alta precisión, Preziss, ofrece también servicios que van desde la reparación de una herramienta individual, hasta la gestión completa de las mismas, en donde el fabricante español con presencia en México utiliza técnicas como la de reafilado de alta precisión, renovación con mantenimiento de geometrías y restauración completa.

Con la reducción de costos siempre en mente, firmas como Preziss hacen gala de su conocimiento técnico para reconstruir completamente el cuerpo de la herramienta dañada, así como para el replaquetado del PCD, cerámica o el metal duro en cuestión, asegurando así el afilado de las geometrías de corte originales.

Los costos de reacondicionado oscilan entre 20% y 30 % del costo total de la herramienta.
SANDVIK

STM Superion de México brinda igualmente servicios de afilado de herramientas con cuerpo y pastilla de carburo, herramientas con cuerpo de acero y pastilla de zertec, PCD, CBN (nitruro de boro cubico) y afilado de machuelos; además de recubrimientos como Alcrona Pro, usado comúnmente para barrenado, Pertura, para barrenado en seco y con altas velocidades, y Alnova, para maquinados en fresado y en seco.

Asimismo, STM cuenta también con servicio de retipping en herramientas de corte de carburo, PCD y CBN, además de reparación de porta insertos, fresas, y herramientas para boreado.

Si bien existen diversas compañías que ofrecen servicios de reacondicionamiento u otro tipo de optimización, en resumen, como advierte Luis Charles, antes de optar por una u otra empresa, lo primero es estar conscientes de que “las características que debe tener un proceso para que valga la pena reacondicionar, es que tiene que ser de alto volumen, y que sean herramientas que hagan el mismo proceso, como en la industria automotriz”.

Finalmente, hay que pensar siempre en el material de la herramienta de corte, costo-beneficio del proceso y, de igual forma, el tipo de maquinado, pues de ello dependerá que el resultado sea el esperado.

 

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